Es hora de seguir, amor
PARA QUIEN TRABAJAS: un diálogo sentimental y literario sobre el disco nuevo de Marilina Bertoldi
Pongo el nuevo disco en mi departamento de dos ambientes lleno de libros y discos y objetos que amo. Nos cuesta sostener este hogar alquilado, prestado, tenemos dos o tres trabajos. Lo escucho muchas veces entero, una y otra vez. Me da ganas de escribir algo y pienso: ¿Qué tiene la música que escuchamos? ¿qué hay detrás del gesto de escuchar “esto sí” y “esto no”?
PARA QUIEN TRABAJAS
“yo quiero más de eso / lo que hace feliz / nada más eso / me tiene así / ¿y a vos qué? / nada más eso / me pueden pedir / vienen por eso, por vos”
Lo primero que pienso como posible respuesta son esas dos citas de Borges que dicen: “Un símbolo, una rosa, te desgarra y te puede matar una guitarra” (1964, El Otro el Mismo) y “Callan las cuerdas. La música sabía lo que yo siento” (Diecisiete haiku, La Cifra) La música primero, para mí, es una emoción profunda, una muestra de supervivencia que nos conecta con el pulso de la sangre y el corazón, con la materialidad del cuerpo que muchas veces olvidamos. Este disco es entonces, es profundamente humano y emocionante. Marilina pide más de lo que hace feliz, e invita a quien la escuche a entrar en ese universo con voz de niño dulce y acaramelado. A interpelarse con las pequeñas cosas, a sentir la esencia de la felicidad, como dice Cristina Peri Rossi en ese poema: “me gustaría poder decirte: / la vida está muy cara / pero los atardeceres siguen siendo rosa”.
NO QUIEREN MÁS MI ROCANROL
“les voy a dar más rocanrol”
En 2001 Pity Álvarez decía en el disco Buen día “Chicas y chicos, quieren rock” marcando un clima de época. 24 años más tarde y con la nación sumida en una crisis social e institucional muy similar, Marilina dice “ya no quieren mi rocanrol” pero totalmente decidida a dárnoslo. Se rebela contra la falta de rebeldía.
AUTOESTIMA
“no quiero hablar / no quiero más hablar / no, no quiero hablar / de ellos”
Victoria Ocampo le escribe en una carta a Camus: “No soy nada cuando no amo. Hoy en día, la gente no es nadie cuando odia. La época lo quiere así. Estoy fuera de época.” Martin Kohan también dice que está de moda ser cruel. En una época de música plástica, de grandes hits (o de hits grandes en las métricas, monetizables pero descartables, vacíos) de las redes sociales como señal de que un artista existe o no, Marilina, como decisión política, resiste en la música que cree, hace rocanrol y reformula la premisa de Luca Prodan. Él dijo: mejor no hablar de ciertas cosas. Ella dice: yo no quiero hablar de ellos.
SIGLOS
“este desastre ya ocurrió / no va a volver / es hora de seguir, amor”
Roland Barthes dice en Fragmentos de un discurso Amoroso: “El psicótico vive en el temor del desmoronamiento. Pero «el temor clínico al desmoronamiento es el temor a un desmoronamiento que ha sido ya experimentado […] y hay momentos en que un paciente tiene necesidad de que se le diga que el desmoronamiento cuyo temor mina su vida ha ocurrido ya»” Pienso, quizás esta canción es una de mis favoritas por eso, porque Marilina sale de mi celular, inunda mis auriculares y se convierte en mi amiga, en mi espejo y me dice: lo más terrible ya pasó, ahora hay que seguir. Eso es lo más increíble del arte ¿no? Que rescata a las personas.
También, repite en un momento como mantra (y para seguir ubicándonos en el caos nacional) “voy a la cocina, luego al comedor” en una referencia directa a Señor Cobranza, de las Manos de Filippi.
BAJAN DE DÍA DE NOCHE ESPERAN
“no te espero y es verdad / que donde estés no voy a estar”
Esta canción me hizo pensar en la Marilina que también escribió “arderá tu rastro en mí”, en cómo se juegan la presencia o la ausencia en el discurso amoroso que se construye en este y los discos anteriores. En Susana Thénon escribiendo ese poema que termina diciendo “La antorcha vacilante / la puerta que se cierra / la sonrisa marchita por el aire / la inminencia del hueco / donde hace unos minutos / maduraba una rosa. / Ésta es mi parte del botín: / ser el vigía quieto, ignominioso / de un lugar donde todo es despedida”.
EL GORDO
“cierren el orto / van a despertar al gordo”
La canción más enigmática del álbum, tal vez, la más pegadiza y divertida. De repente todos preguntándonos ¿quién es El Gordo? Bueno, quizás está muy bien ese incógnita. Pensé también en Vicente Luy y su poema que dice “Antes pedimos que se vayan / antes, pedimos justicia / ahora pedimos que no se rían de nosotros. / Después, ¿qué pediremos; piedad? / Usá tu odio para el bien común. / Poné tu odio al servicio del bien común” y en ese poema increíble de Irene Gruss que dice “Por favor no sufran más / me cansa / dejen de respirar así / como si no hubiera aire / dejen el lodo, el impermeable / y el vocabulario / me cansa / la mujer / deje de tener pérdida ese chorro sufriente”. Es decir, también: cierren el orto.
POR SIEMPRE ES UN LUGAR
“porque pensaba que el amor / no era un lugar para mí / para mí solo existe el odio”
Una canción de amor, escrita por una mujer, en el 2025, una canción de amor escrita por una mujer que hace rock, una mujer lesbiana en el 2025 en Argentina, un país que tiene como presidente a un hombre rarísimo que sólo escupe cuando habla, que no tiene respeto ni cariño por las mujeres, menos por las diversidades. Por eso escribir una canción de amor o hablar de amor es un riesgo, siempre es un riesgo hablar de amor. Por eso pienso en Raúl Zurita y sus cuatro ensayos breves de amor donde dice que todo amor es urgente porque nos vamos a morir.
DE CAZA
“ahora pienso en decírtelo / sin dudar de mi corazón / ahora siento que decírtelo / es más raro que no hacerlo”
Alejandra Pizarnik escribe en sus diarios: “Carta no enviada: Una noche, en el jardín de lilas, quise decírtelo; no me dejaste. Hiciste bien, había que defender la noche, las lilas, el silencio. Ahora no puedo no decírtelo”.
AMANECEN OCASOS
“antes o después / nadie me va a hacer eso / otra vez / nunca / más / mirame a los ojos / esto no va a pasarme / nunca / más”
Está canción potente y ruda tiene para mí un carácter de declaración jurada. Por eso pienso en Roberto Jorge Santoro, poeta argentino, desaparecido en la última dictadura militar que en su poema que lleva ese nombre dice “si mi poesía no ayuda a cambiar la sociedad/ no sirve para nada”
MONSTRUOS
“se me va la vida / deteniendo monstruos / estás mirando para arriba / preguntando por qué / no hagas caso a esta ciudad / te hará llorar”
Marilina cuenta en una entrevista que escribió está canción por el lesbicidio de Barracas ocurrido el 6 de mayo de 2024. Pienso rápidamente, de nuevo, en Susana Thénon, una poeta que creo que le gustaría mucho, que en un poema muy conocido y replicado dice “si te odiara / el mundo no se inmutaría: / nunca el mundo se ensaña / con los que odian / en cambio te amo / y todo es catástrofe alrededor: / las voces, las manos, los rostros, / todos quieren apedrearnos”.
Vuelvo entonces, a mi departamento de dos ambientes, a mi gato que duerme en el balcón, a mi condición de mujer y escritora nacida en el conurbano, transitando este momento como país que nos toca pasar, que muchas veces me pone triste y me hace sentir que no hay salvación, que no hay rescate, que es todo terrible y escribo: mientras existan mujeres como Marilina hay algo. Mientras una canción pueda hacerme bailar con mis amigas y mis amigos maricas hay algo. Mientras exista el sentimiento que nos permite ser auténticos hay algo.
Gracias Marilina, por hacer que lo recordemos.
Me encantó!! El tejido de referencias, de reflexiones, de cosas que también salen entre charlas con conocidxs. Gracias (:
Gracias! Terminé lagrimeando y descubriendo a una nueva artista.